Parámetro regulación de la ventilación
El control voluntario de la ventilación permite modificar la frecuencia y profundidad respiratoria. Este mecanismo es especialmente relevante en altitudes elevadas. Estos receptores son especialmente importantes en situaciones de hipoxia. La acidosis metabólica o respiratoria pueden desencadenar este mecanismo.
Se mantiene dentro de un rango estrecho, normalmente entre 35 y 45 mmHg. Son menos sensibles al CO2 que los receptores centrales. La ventilación alveolar efectiva se calcula restando el espacio muerto al volumen corriente. Se ve afectada por enfermedades restrictivas y obstructivas.
El pH sanguíneo también juega un papel crucial en la regulación ventilatoria. La capacidad vital es la cantidad máxima de aire que se puede exhalar después de una inhalación máxima. Desequilibrios en esta relación pueden resultar en hipoxemia. El principal parámetro regulador de la ventilación es la concentración de dióxido de carbono en sangre.
La regulación de la ventilación es vital para mantener la homeostasis.
La quimiorrecepción central es un mecanismo esencial para regular la ventilación. El cuerpo ajusta la frecuencia y profundidad respiratoria según las necesidades metabólicas. Alteraciones en la V/Q son comunes en enfermedades pulmonares. La información se transmite al centro respiratorio para ajustar la ventilación.
Este parámetro es importante para evaluar la función pulmonar. Este volumen reduce la eficiencia de la ventilación. Este control es mediado por la corteza cerebral. Cuando la presión de oxígeno disminuye significativamente, los quimiorreceptores periféricos se activan.
Estos receptores envían señales al centro respiratorio en el bulbo raquídeo. Niveles elevados de CO2 estimulan los quimiorreceptores centrales y periféricos.